Ibi aprueba su primer protocolo de actuaciones ante situaciones de riesgo en niños, niñas y adolescentes

• El documento, de carácter provisional, seguirá el trámite establecido por la ley antes de su aprobación definitiva.

El Ayuntamiento de Ibi ha aprobado, de forma provisional, su primer protocolo de actuaciones ante situaciones de riesgo en niños, niñas y adolescentes del municipio.

Dicho protocolo da cumplimiento a lo recogido en la Ley 26/2018 de la Generalitat, de 21 de diciembre, de Derechos y Garantías de la Infancia y Adolescencia, que regula la actuación de los equipos de servicios sociales, a la hora de valorar, apreciar y declarar las situaciones de riesgo en las que puedan encontrarse determinados niños, niñas y adolescentes. Los objetivos de este instrumento son la minimización de los factores de riesgo a los que están sometidos ciertos niños, niñas y adolescentes y promover los mecanismos de protección de las personas menores y su familia.

Tras su aprobación provisional en el pleno celebrado el pasado 4 de febrero, con los votos favorables de los grupos PSOE, Som Ibi y PP, y el voto en contra de VOX, seguirá el trámite establecido por la ley – treinta días de exposición pública y resolución de todas las reclamaciones y sugerencias presentadas dentro del plazo – antes de su aprobación definitiva por el Pleno.

Con este protocolo se viene a reforzar la protección que las instituciones deben brindar a los colectivos más vulnerables, algo esencial cuando se trata de niños, niñas y adolescentes, que son grupos de edad con menos recursos para solucionar ciertos tipos de problemas.

Agulló confía en que, tras todos los trámites por los que debe pasar el protocolo, se consiga su aprobación definitiva y agradece “el gran trabajo realizado por los integrantes del área de Servicios Sociales y la sensibilización e implicación con los menores de todos los grupos políticos que han emitido su voto a favor del mismo”.

Montse Agulló explica que “los fenómenos migratorios suponen un reto para las comunidades de acogida, por lo que es necesario una correcta planificación y la colaboración entre instituciones para que este fenómeno tenga resultados positivos, en términos de contribución al bienestar económico, prosperidad y desarrollo, tanto de las personas migrantes como para la sociedad de acogida”